Seguidores

martes, 10 de julio de 2012

De tristeza a felicidad



Y hay estaba yo, una noche de Julio a las 5 de la mañana, parada frente al espejo observando mi cuerpo atentamente, con mi tijera en una mano, con mis lagrimas, con mi cuerpo frio, con mi pelo húmedo,mis labios secos, con mis ojos tristes, rojos de tanto llorar y mis piernas temblando, con mis escalofríos y miedos, con ganas de cortarme de nuevo, con ganas de hacerme otra vez daño, con ganas de acabar de una vez por todas con los problemas. No lo hice, no quería decepcionar más a mis amigos. Mi familia no sabía nada y todo era mejor así, no se preocupaban por mi, nunca me gusto que la gente se preocupe o este mal por mi. Todo era mejor así. Aunque a veces la realidad es triste, pero la mentira es aún peor. Pero hay casos que todo es peor diciendo las cosas, que ocultándolas.
Al despertar del otro día, como el ritual de todas las mañanas, corrí a la balanza a pesarme. Y si, el no comer daba resultados. Me puse feliz, adelgacé un kilo. Estoy tan decidida a seguir con el ayuno, que si me obligan a comer, voy a esconder la comida, o dársela al perro por debajo de la mesa, no pienso ingerir nada, hasta que pase la barrera de los 80. Me quedan 3 kilos para pasarla. Así que supongo que estaré una semana así.


No hay comentarios:

Publicar un comentario