La desesperación

Siento un vacío, mi corazón esta frío porque ya no siente amor y no tiene más sentimientos, mi alma esta perdida quien sabe donde, ya se perdió y no vuelve a mi cuerpo. Es desesperante, saber que no puedo tener 5 minutos de “felicidad fingida”.

 Es desesperante estar atrapada en tu mente y que solo tus ideas valgan, es desesperante no poder escuchar a quienes mas amo  y no aprender de las palabras de otros y negarme siempre, es desesperante que me entre por un oído y me salga por otro, me odio. ¿Cuando voy a aprender?  ¿Cuando voy a hacer caso a los consejos que son buenos para mi? Cuando voy a salir de este pozo que no tiene fin y que cada vez se va transformando más y más en obscuridad ¿Cuándo? ¿Cuándo? ¿Cuándo? -Me pregunté a mi misma- .

Y por fin recibí la respuesta, y la respuesta no venía de Amanda, ni venía de mi mente, venía desde mi corazón.  Entonces lo entendí. Solo cuando yo en verdad quisiera salir de ese pozo, saldría, solo cuando decida curarme, me curaría y solo cuando decida dejarme ayudar tendría la oportunidad de salvarme. Pero, por otro lado no quería buscarla, porque estaba bien como estaba, para mi la vida iba a ser  perfecta cuando cambie mi aspecto, y estaba en camino a esa perfección que buscaba, ya eran 6 kilos menos, ahora solo tenía que repetir la receta para los demás kilos, la receta que había formulado y había dado sus frutos, pero que a la vez había marchitado mis sentimientos, porque cada vez me llevaba mas adentro del pozo sin fondo, donde tenía miedo de caer hasta abajo, chocarme contra el fondo y morirme en el intento, en el intento de ser perfecta.